El invencible verano de Liliana de la escritora mexicana Cristina Rivera Garza, texto leído el martes 23 de agosto de 2022
Cristina Rivera Garza es una escritora mexicana de 57 años. En 1990, su hermana menor, Liliana, de entonces veinte años, fue asesinada, presuntamente por su exnovio, un chico de nombre Ángel González Ramos.
Tuvieron que pasar treinta años para que Cristina fuera capaz de abrir las cajas con las pertenencias que había dejado Liliana. En una de esas cajas encontró toda clase de objetos pequeños que le hablaron de su hermana: libretas, pinceles, calcomanías, tarjetas, libros, aros, pulseras. Algunas de las notas escritas en las libretas estaban fechadas. Estas, más otras que fue encontrando sueltas por aquí y por allá, se transformaron en la columna vertebral de este libro con el que la escritora quiere celebrar el paso de su hermana por esta tierra y decirle que claro que sí, el patriarcado se acabará, la construcción social que ve a las mujeres como seres humanos subordinados a los deseos masculinos, más temprano que tarde, llegará a su fin.
El libro celebra el paso de Liliana por este mundo, pero también lleva implícita una denuncia, tantas veces declarada y tantas veces ignorada.
El femicidio no se tipificó en México sino hasta el 14 de junio de 2012. Antes de esta fecha se le llamaba “crímenes de pasión”. Se le llamaba también “andaba en malos pasos”, “para qué se viste así”, “algo debió haber hecho para acabar de esta forma”. Se le llamó, incluso, “se lo merecía”. La escritora hace notar una falta de lenguaje apabullante, pero yo creo que sí hay un lenguaje, un lenguaje que refleja claramente lo que para esa sociedad el acto de matar a una mujer significaba —o tristemente todavía significa—: Las mujeres tienen la culpa de que las maten.
“Y la culpa no era mía, ni dónde andaba ni cómo vestía”, declara Lastesis en su puesta en escena que dio la vuelta al mundo denunciando la violencia que se ejecuta sobre las mujeres. “Es femicidio”, “impunidad para mi asesino”. “Es la desaparición”, “es la violación”.
Cristina Rivera Garza le dedica una reflexión importante al lenguaje y cómo la falta de este impidió a Liliana darse cuenta del peligro en que se encontraba.
Pienso que nos vamos impregnando de la cultura sin ser muy conscientes de qué es lo que realmente absorbemos. Lo hacemos sin darnos mucha cuenta hasta que tenemos la facultad de mirar con nuestros propios ojos, y podemos, si practicamos la reflexión, darnos cuenta de lo que sucede más allá del lenguaje que utilizamos.
Cristina Rivera Garza cuenta que un paso importante en la tarea de nombrar el peligro en que puede encontrarse una mujer, lo llevó a cabo en EEUU Jacqueline Campbell, enfermera especialista en violencia doméstica y violencia íntima de pareja, cuando sus investigaciones dieron lugar a la adopción de la primera Prueba de Peligro de Violencia Doméstica. Se identificaron una serie de factores de riesgo: el consumo de sustancias tóxicas, la posesión de armas de fuego y los celos extremos. A estos habría que añadir otros más específicos como las amenazas de muerte, estrangulación o el sexo forzado. También hay que tener cuidado si empezamos a aislarnos de amigos y familia, si el agresor nos amenaza con suicidarse y si nos acecha en forma continua. Este es el mapa transparente de la violencia que no vemos.
La escritora dice que si Liliana hubiera contestado las preguntas de esta prueba a inicios del verano de 1990, se habría dado cuenta de que estaba en peligro de muerte y tal vez se podría haber hecho algo.
Norma Xavier Quintana conoció a Liliana en la universidad. Cuenta que una vez para consolarla de una decepción amorosa, le pasó una pequeña nota que decía: En lo más crudo del invierno aprendí que existe en mí un invencible verano. Esto es tu invierno, había añadido. Y pasará. No llores por nadie.
El invencible verano podría interpretarse como la fuerza poderosa que cada uno de nosotros llevamos dentro para sobreponernos a los golpes de la vida. Un sol, un sol de verano en nuestro corazón. Hay personas que muestran esa luz a los demás. Las hermanas Rivera Garzas son de esas personas.
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El invencible
verano de Liliana
Cristina Rivera Garza
Literatura Random House
303 páginas.