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Mostrando las entradas de mayo, 2024

La paciencia del agua sobre cada piedra, de Alejandra Kamiya

  El título de este libro, La paciencia del agua sobre cada piedra , viene de un párrafo del cuento Los ensayos , donde la mujer protagonista está cuidando a su madre, una persona mayor, enferma y de temperamento difícil. De repente siente que necesita ayuda, entonces pide un recuerdo que la sostenga. El recuerdo es el siguiente: "Yo camino por el río con el agua por las rodillas, por los muslos. En el lecho hay piedras. Me subo a una gran roca, una especie de isla. Mi hijo juega en la orilla. La luz se mueve en el agua, entre las plantas, en su cara. La luz tiembla en gajitos sobre el agua. Hay bondad en cada cosa y puedo verla. El agua está fría y acaricia las piedras tanto que a todas las ha redondeado. Piedras que seguramente se desprendieron siendo filosas de las laderas de las sierras, triángulos llenos de bordes como cuchillos, puntas. Y la paciencia del agua fue una forma de amor hacia cada piedra". Desgastar los bordes filosos hasta volverlos suave es trabajo del t...

El fondo del puerto, de Joseph Mitchell

  El fondo del puerto está formado por seis crónicas publicadas por Joseph Mitchell en el New Yorker entre 1944 y 1959. En orden de aparición (que no es el mismo que tienen en el libro) los reportajes serían: En 1944, Treinta y dos ratas de Casablanca ; en 1947 , Patrón de arrastre ; 1951, El fondo del puerto ; 1952 , En el viejo Hotel ; 1956, La tumba del señor Hunter y en 1959 , Los ribereños . Son historias acerca de Nueva York, y más específicamente, acerca de las actividades relacionadas con el puerto y sus gentes. La forma de escribir de Joseph Mitchell es tan amorosa, y con esto quiero decir que está tan llena de detalles, que en ocasiones me sentía una observadora del observador. 1 Me gustó este libro por párrafos como este, que escribió cuando ya llevaba más de quince años recorriendo y empapándose del puerto: "El río Hudson es un río que siempre me ha atraído, y a lo largo de mi vida he pasado mucho tiempo curioseando por sus riberas urbanas. Nunca me cans...